Los primeros años de vida son fundamentales en el proceso de aprender a comunicarse y la televisión se convierte en un aliado de las niñas y niños si contamos con herramientas que nos permitan seleccionar y elegir contenidos adecuados. Catalina Marcel, Asesora de Contenidos Pedagógicos Infantiles de Novasur, nos entrega unos tips para saber decidir.
En los primeros años de vida uno de los desafíos más importantes que enfrentan niños y niñas es la adquisición del lenguaje, en un breve periodo pasan de la simple emisión de sonidos al descubrimiento de un código, siendo asombroso que alrededor de los tres años sean capaces de manejar un sistema complejo de comunicación.
En este proceso de aprender a comunicarse es posible identificar funciones del lenguaje que son más susceptibles a las variaciones del entorno. Estas habilidades de alto orden incluyen la capacidad para expresar lo que ellos quieren o necesitan y el vocabulario.
En el caso de los niños más pequeños corresponde a los padres o adultos responsables de su cuidado diario proporcionar la estimulación adecuada. Sin embargo, en el último tiempo se ha discutido sobre el aporte que podría tener la televisión en el desarrollo del lenguaje y ciertas investigaciones han concluído que puede ser beneficioso bajo determinadas circunstancias.
Dentro de los programas que se consideran educativos es posible identificar estrategias que promueven o inhiben el uso del lenguaje en niños pequeños. Las estrategias que lo promueven incluyen historias con una estructura narrativa sencilla, similar a lo que es un cuento, con oportunidades para interactuar seguidas de refuerzos por sus respuestas y una guía o modelamiento para tomar turnos en las conversaciones. Programas como Dora la exploradora o Las Pistas de Blue son ejemplos de producciones que utilizan estas estrategias.
Por el contrario cuando estas estrategias no son utilizadas, como en los programas para adultos, o son mal usadas se podría esperar un menor desarrollo en el uso del lenguaje expresivo y el vocabulario.
Lo que debemos tener en cuenta:
– Los programas deben ser seleccionados de acuerdo a la edad de los niños.
– Los programas deben tener contenidos bien desarrollados.
– Si bien estos programas tienen un fin educativo deben ser usados con moderación, como una actividad más dentro un conjunto amplio de actividades.
– La presencia de un adulto que apoye la comprensión de los mensajes permite que los niños tengan mayores aprendizajes.